Destellos

Te acercas con sigilo

Me acaricias el pecho

Inicias el cohecho

Y enciendes el pabilo.

Continúas la exploración

De mis dedos explosivos

Que te responden  abusivos

Terminando la impulsión.

Me tocas el oído

Te acaricio el cuello

Que responde con destellos

Hasta exhalar un suspiro.

En el éxtasis abrasador

con el sudor abañador

Tomamos  el emborrachador,

divino elixir del amor.

Mtro. Ricardo Marentes